Margarita Gámez nació pintora. No habían pasado cinco años desde que terminó su formación académica en Madrid cuando el diario ABC la calificó como “la joven promesa de la pintura expresionista española”

Pero, qué significa ser una promesa, ¿pintar magníficamente lo que otros pintan?, ¿pintar lo que quieren comprar los coleccionistas?

La joven promesa del expresionismo español puede quedar atrapada y morir de éxito si responde a las demandas y expectativas de los otros. Es enorme la dificultad que supone renunciar al éxito y dedicarse a buscar en el interior el verdadero Arte. Solo unos pocos tienen la valentía de hacer esa travesía en solitario, inundada de incertidumbre, pero imprescindible si el artista quiere encontrar algo que provoque verdadero impacto estético.

Margarita Gámez lo hizo, tuvo el coraje de cambiar el éxito artístico y comercial por la búsqueda y profundización de un mundo interior, el suyo, que ha enriquecido su obra. Este proceso creativo ha consolidado una pintura contemporánea que, siendo única, reconocemos como propia, porque proyecta emociones que se actualizan en el observador.

Ahora quiere compartir sus hallazgos, su autenticidad creativa, sus personajes, paisajes y retratos, con aquellos que estén dispuestos a emocionarse.

Marian Molina. Psicóloga Clínica.